LA CEIBRA GRAFICA
residencia artística
Coatepec Veracruz
2015
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imagen recuperada: Documentos gráficos para la Historia de México VERACRUZ 1858-1914 |
El primer documento que
menciona la existencia de la propiedad donde hoy se alberga La Ceiba Gráfica
data de 1547 y señala que al español Pedro de Acosta le fue otorgado el título
de propiedad por el Primer Virrey de la Nueva España. En 1593 es comprada por
Francisco de Orduña, de quien recibe el nombre que lleva hoy en día: Hacienda
de La Orduña. Comprendía vastos terrenos donde se cultivaba caña para la
producción de azúcar y una red de ranchos vaqueros. Posteriormente se sembró y
procesó café y cítricos.
Ya que la hacienda desde
sus inicios estaba dedicada a la producción de caña y su procesamiento, se
ocupaba mucha mano de obra con esclavos africanos. En archivos notariales puede
verse que hubo hasta 80 esclavos registrados.
A partir de la
independencia de México, sus herederos son expulsados del país, toman refugio
en Cuba, y en 1849 se ven en la necesidad de vender la propiedad a José María
Pasquel, un rico comerciante del Puerto de Veracruz.
Se dice que Maximiliano
de Habsburgo, en su trayecto de Veracruz a la Ciudad de México en 1864, para
asumir el trono como Emperador de México, descansó en la hacienda, junto con su
esposa Carlota de Bélgica.
En
1907 el edificio de un sólo piso fue totalmente renovado y dio lugar a la
elegante hacienda de dos pisos y amplias terrazas que conocemos hoy. Como
huéspedes de este ambiente señorial los padres de Carlos Fuentes ahí le
concibieron y el gran novelista mexicano rinde homenaje al edificio en su
novela Los Años con Laura Díaz. También la poetiza Gabriela Mistral se hospedó
en la hacienda.
De 1922 a 1939 la Reforma Agraria redujo la
propiedad de la hacienda de 6000 hectáreas a las 300 que exigía la ley. Fue
comprada por Rafael Murillo, época en la que se sembró la Ceiba Pentandra que
ahora se levanta frente al edificio, y con sus ramas cobija al Centro del que
se ha vuelto un símbolo. Hacia el final del siglo XX la hacienda se encontró en
el abandono y pasó a manos del estado. En 2005 el gobierno de Veracruz concedió
el edificio y su terreno que ahora consta de una hectárea, en comodato, a la
Asociación Civil Artistas Veracruzanos Bajo la Ceiba, AC. Para crear La Ceiba
Gráfica.
La primera tarea emprendida por la asociación
fue la restauración de la hacienda, un esfuerzo que ha continuado hasta la
fecha.
La consecuencia de
realizar una residencia en La Ceiba
Grafica, Veracruz en Marzo de 2015, me provoco la sensación de
estar entre una gran neblina y el mar: flotando, nadando... sin más miradas que la propia
arquitectura llena de ecos, con distancias borrosas y personajes en forma de
fantasmas. Si el acto de estar vislumbrado
es dado por un exceso de luminosidad, aquí se podría decir, que se desea naturalmente el silencio, la penumbra llena de ramas que te acogen y de hamacas que te duermen. Con ganas de estar
bajo las ramas. También así es llamado el pueblo donde se localiza: "el
bosque de la neblina” y no existe tal duda
ante tal inmensa presencia que se localiza a la entrada de esta vieja Ex
hacienda: La Ceiba. Su nombre deriva literalmente como un gran homenaje a este
gran tronco de historias y viejas hojas verdes. El viejo árbol.
Tanto en el Códice Boturini como el Telleriano
Remensis muestran estos terribles, gigantescos y brutales arboles
asesinos, variedad de arboles cuyas ramas atrapaban y asfixiaban a cualquier ser
vivo que se le acercara (Fabila, 2007: 31).
Así quede pasmado, atrapado y sorprendido por esta presencia, que aunque
más que ser el Exlibris del centro
grafico, se convierte en el eje de llegada, de introducción y de
Desencuentro a la ex hacienda.
Para imaginar mas el gran temor por parte de los
pobladores de este sitio en la época de grandes aberraciones prehispánicas ninguno de aquellos arboles proyectaba
sombra y las plantas no crecían a su alrededor. Una especie de árbol con ramas
oscuras, largas y flexibles que se agitaban como tentáculos de pulpo (Fabila,
2007: 31) para este escenario lleno de
pasto, sombra, lentitud y punto de referencia
del sitio, la producción resultante que realicé durante mi residencia, con el chabelero grupo Delitografico: seis litografías, con un tiraje por imagen de diez copias, sumando pruebas de estado y autor. El trabajo se presenta como un injerto, en forma de implante, en el cual emergen
nuevamente en un espacio cerrado y estrecho, personajes recuperados de archivos fotográficos propios de Veracruz, composiciones saturadas por materiales de transporte, como hojas y ramas, estarcidos penetrantes, lineas débiles y transferencias fantasmales sobre la espalda suave del mármol poblano y atmósferas indefinidas por falta de una buena acidulación ( he aquí que el clima es un amigo/enemigo del tiempo) .
Es inaceptable dejar por afuera, los desayunos sagrados de Doña Marce: el café más negro que el mar por la noche, los panes del Coatepec durmiendo bajo los techos negros de tanto humo, y los huevos a la mexicana acompañados de sabiduría y paciencia; más que una gran nanaMarce es una gran amiga, que por las tardes dedica su tiempo a coser hilos de tiempo, escondidos sobre la yerba amarilla que se asoma por las ventanas de aquella construcción andante y arropada por la niebla.
Les comparto parte de mi trabajo , en mi ya tercera residencia:
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El sujeto de colocación
obra 3 / 10
Chema Chino
Litografía y stencil / papel guarro súper Alfa
47 x 37 cm
2017
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La Parcela I II III
obra 10 / 10
Chema Chino
Litografía y stencil/ papel guarro súper Alfa
40.5 x 35.5 cm
2017
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Lobotomía espacial
obra 5 / 10
Chema Chino
Litografía /papel guarro súper Alfa
52 x 48 cm
2015 |
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Detalle |
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A la cuatro veces heroica ciudad de Veracruz 0bra 1 / 10
Chema Chino
Litografía / papel guarro súper Alfa
47 x 38 cm
2015 |
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¿ Una nueva presunción colectiva?
obra 1 / 10
Chema Chino
Litografía / papel guarro súper Alfa
60 x 40 cm
2015 |